“Del Cantábrico al Mediterráneo, cubriendo un recorrido de unos 900 kilómetros y un desnivel acumulado de unos 45.000 metros, tanto de ascenso como de descenso, la aventura de cruzar los Pirineos a pie por la ruta más elevada posible, la más salvaje y, por consiguiente, la más comprometida, ciertamente es uno de los retos montañeros más destacables que pueden realizarse en Europa.”
Eso es lo que decía el libro de la HRP (Haute Randonée Pyrénéenne)de Sergi Lara que me compré para afrontar esta travesía. Partí con un billete solo de ida, gran motivación y poca experiencia. Desgraciadamente los mapas que venían en este libro eran del todo insuficientes, como mis recursos de orientación, y pagué la novatada.



